Actualmente, la artrosis es una de las patologías más comunes del sistema musculoesquelético y ocurre con mayor frecuencia en personas de 40 a 60 años. Hasta hace poco, esta enfermedad afectaba principalmente a los jubilados, pero ahora la situación está cambiando por razones bien conocidas: el sedentarismo, la alimentación irregular y las lesiones contribuyen al desarrollo de procesos degenerativos en las articulaciones incluso en personas relativamente jóvenes.
Según las previsiones, en los próximos años aumentará el número de pacientes que padecen artrosis deformante; su número total asciende ya a alrededor del 8%. La DOA de la articulación del hombro y otras articulaciones es una de las principales causas de pérdida de rendimiento y discapacidad.
Causas y mecanismos de desarrollo.
La artrosis de hombro es una patología crónica que afecta principalmente a los tejidos cartilaginosos que recubren las superficies articulares de los huesos. Sin embargo, esto no significa que la causa sean los trastornos del cartílago en sí: la artrosis es una enfermedad multifactorial y se desarrolla bajo la influencia de una serie de circunstancias externas.
La artrosis deformante de la articulación del hombro se llama homartrosis y también puede afectar la articulación acromioclavicular (la unión entre la escápula y la clavícula). Hay varias razones principales que contribuyen a la aparición de la enfermedad:
- alta actividad física asociada al exceso de peso y entrenamiento deportivo;
- lesiones, anomalías esqueléticas congénitas y adquiridas: cifosis, escoliosis, deformidad en varo o valgo de las extremidades inferiores, así como fusión inadecuada de huesos después de fracturas;
- deterioro de la capacidad regenerativa del cartílago debido a trastornos inflamatorios, hormonales o circulación sanguínea insuficiente;
- Desgaste acelerado de los elementos intraarticulares por falta de líquido articular.
La articulación del hombro es la más móvil porque forma una articulación esférica. Esta es la articulación más libre donde se puede producir movimiento alrededor de muchos ejes. Aunque en la práctica una persona utiliza sólo 3 ejes de rotación, el hombro suele estar sujeto a diversas dislocaciones y subluxaciones. Por eso la más común es la artrosis traumática de la articulación del hombro.
El grupo con mayor riesgo de desarrollar osteoartritis postraumática incluye a los hombres que han superado el límite de edad de 60 años. La mayoría de los pacientes son personas que trabajan en la industria pesada (cargadores, constructores) y deportistas. El daño se produce debido a cambios frecuentes y repentinos de presión entre los huesos dentro de la articulación.
Dado que en la mayoría de las personas la mano derecha es dominante, a menudo se diagnostica osteoartritis de la articulación del hombro derecho.
Los siguientes factores pueden causar artritis del hombro:
- cirugía articular;
- predisposición genética;
- envenenamiento por sustancias tóxicas en el hogar o en el trabajo;
- cambios hormonales en el período posmenopáusico en mujeres;
- hipotermia;
- trastornos de naturaleza neurodistrófica en el segmento cervical o lumbar de la columna (periartritis humeral, síndrome del músculo iliopsoas).
La causa inmediata de los cambios distróficos en la articulación es una disminución en la capacidad del cartílago para autorrepararse. Normalmente, el tejido cartilaginoso es liso, elástico y fuerte. Durante el desarrollo de la artrosis va perdiendo gradualmente sus propiedades, se vuelve áspera y se exfolia. Como resultado, aparecen astillas en el cartílago, que "flotan" en la cavidad articular y dañan la membrana sinovial.
La progresión de la enfermedad provoca calcificación, osificación y aparición de quistes en el tejido cartilaginoso, así como engrosamiento de la cápsula articular y de la membrana interna. Debido al adelgazamiento del cartílago, los huesos quedan prácticamente expuestos y comienzan a deformarse, y se forman espinas óseas (osteófitos) a lo largo de los bordes.
Un aumento de la carga sobre el aparato musculoligamentoso provoca una degeneración fibrosa de los tejidos y susceptibilidad a diversos esguinces y desgarros. A veces, la articulación puede "entrar" en un estado de subluxación. En etapas avanzadas, la capacidad motora disminuye drásticamente y se desarrolla anquilosis ósea (fusión de las superficies articulares de los huesos).
Fases y síntomas
La artrosis deformante de la articulación del hombro pasa desapercibida y en la mayoría de los casos se manifiesta de forma inesperada. Dado que no hay vasos sanguíneos ni terminaciones nerviosas en el cartílago, los primeros síntomas aparecen solo cuando el proceso patológico ha ido más allá de la articulación.
El dolor es el signo más característico de la artrosis y está claramente relacionado con la actividad física y las condiciones climáticas. Cuando el hombro se ve afectado, se produce un dolor opresivo y doloroso, así como un dolor sordo y doloroso que se irradia al antebrazo y la mano. El dolor le impide mover el hombro o el brazo, por lo que su rango de movimiento se reduce significativamente.
Los síntomas de artrosis de la articulación del hombro son:
- dolor que se intensifica cuando levanta o mueve el brazo hacia atrás;
- el borde inferior de la clavícula o escápula es doloroso y cálido al tacto;
- el hombro aparece hinchado y enrojecido;
- rigidez y crujidos al moverse.
Atención:A veces es difícil entender qué duele exactamente: el codo, la mano o todo el brazo. Por lo tanto, el diagnóstico oportuno es muy importante para determinar las causas del dolor.
La osteoartritis del hombro se desarrolla en tres etapas y los síntomas se vuelven más intensos. Inicialmente, después de una actividad física prolongada, solo se sienten molestias y un ligero dolor. En estado de reposo, todo pasa sin dejar rastro.
En la primera etapa de la artrosis, el daño al tejido cartilaginoso es insignificante, pero en las radiografías se puede ver un estrechamiento del espacio articular, cuyos contornos cambian de redondos a alargados.
La segunda fase se anuncia de forma persistente con dolor persistente, que no siempre desaparece ni siquiera en reposo. Aumenta la rigidez y la limitación del movimiento; Es muy difícil mover el brazo hacia atrás. En esta etapa, los pacientes suelen buscar ayuda médica, ya que las manifestaciones de artrosis reducen significativamente la calidad de vida.
La situación se ve agravada por el hecho de que, debido al dolor, una persona evita movimientos innecesarios. Esto conduce al debilitamiento y posterior atrofia de los músculos que rodean la articulación. Los signos radiológicos de la artrosis de segunda etapa son deformaciones de las articulaciones, crecimiento óseo y estrechamiento del espacio interarticular.
Atención:en la segunda fase la artrosis es mucho más tratable que en la tercera, cuando sólo la cirugía puede ayudar.
Al pasar a la tercera etapa, el dolor se vuelve insoportable y atormenta constantemente a la persona. Para aliviar de alguna manera la condición, es necesario adoptar una posición determinada. El síndrome de dolor ya no depende de los movimientos y la parte superior del brazo pierde la capacidad de realizar cualquier actividad.
La etapa final de la artritis del hombro es la fusión de los huesos en la anquilosis articulación-hueso, en la que el hombro deja de moverse por completo.
Diagnóstico
El diagnóstico de osteoartritis del hombro se realiza basándose en signos visuales y hallazgos radiológicos. Vale la pena señalar que la gravedad de los síntomas clínicos no siempre se corresponde con lo que muestra la radiografía. Sin embargo, todavía existen algunos patrones, por lo que existen varios criterios de diagnóstico:
- Fase 1– el espacio articular puede permanecer igual o estrecharse ligeramente, necesariamente hay osteofitos;
- Fase 2– el espacio interarticular se estrecha, se observan crecimientos óseos pronunciados, es posible que se produzcan deformaciones óseas;
- Fase 3– el espacio articular es prácticamente invisible o está completamente ausente, los osteofitos se vuelven bastante grandes, los huesos están muy deformados y escleróticos debido al aumento de la densidad ósea.
En la mayoría de los casos, las radiografías permiten realizar un diagnóstico fiable. En ocasiones, para aclararlo se necesitan estudios adicionales (MRI, CT) o consulta con un especialista: ortopedista, endocrinólogo, reumatólogo, etc.
Atención:La osteoartritis de la articulación del hombro izquierdo a veces se confunde con una enfermedad cardíaca o gota, ya que los síntomas de estas enfermedades tienen algunas similitudes. Si hay indicaciones, se realiza un diagnóstico diferencial y se prescriben un ECG, un análisis de sangre bioquímico y un coagulograma.
Tratamiento
El tratamiento de la artrosis de la articulación del hombro puede ser medicinal y quirúrgico. La terapia conservadora tiene como objetivo restaurar la circulación sanguínea en el área afectada y restaurar el tejido del cartílago; el objetivo principal es eliminar los síntomas: dolor e inflamación.
Durante todo el período de tratamiento se recomienda limitar la carga sobre la articulación. Es inaceptable levantar objetos pesados y realizar movimientos frecuentes y repetitivos, así como permanecer en una posición estática e inmóvil durante largos períodos de tiempo.
Para aliviar al paciente del sufrimiento asociado con el dolor, se prescriben medicamentos antiinflamatorios no esteroides. El proceso inflamatorio en la osteoartritis es causado por crecimientos óseos que dañan los tejidos blandos periarticulares y debilitan aún más el cartílago.
Tomar medicamentos del grupo de los AINE ayuda no solo a aliviar los síntomas dolorosos, sino también a romper la cadena de la reacción inflamatoria. Si es necesario, también se recetan relajantes musculares y comprimidos sedantes para relajar los músculos.
Los fármacos antiinflamatorios no esteroides se utilizan a menudo para aliviar el dolor y la inflamación. Estos medicamentos se recetan no solo en forma de tabletas, sino también en forma de inyecciones intramusculares y supositorios rectales. El tratamiento se complementa eficazmente con agentes tópicos: pomadas, geles y cremas.
La selección de la dosis del fármaco y el régimen de dosificación se realiza de forma estrictamente individual, según la gravedad de los síntomas, la etapa de la enfermedad y la presencia de trastornos sistémicos. Con el desarrollo de sinovitis reactiva, se realizan punciones intraarticulares con bombeo del líquido acumulado y posterior administración de corticosteroides.
Atención:¡El número máximo de inyecciones hormonales en la cavidad articular es 4 veces al año! Las inyecciones demasiado frecuentes tienen un efecto nocivo sobre el cartílago y debilitan el sistema ligamento-tendón, lo que provoca un "aflojamiento" de la articulación.
Para el dolor intenso que acompaña a la osteoartritis grave, se pueden recetar analgésicos opioides. Para aumentar el umbral del dolor se suelen utilizar medicamentos que las farmacias dispensan estrictamente según prescripción médica.
Condroprotectores
La restauración del tejido cartilaginoso y la ralentización de su destrucción es el objetivo principal del tratamiento de la artrosis. Los condroprotectores logran afrontarlo con éxito, pero sólo cuando la enfermedad no ha llegado demasiado lejos. Es necesario tratar la artrosis con estos remedios durante varios meses y, a veces, años.
Los ingredientes activos de los condroprotectores son el sulfato de condroitina y la glucosamina, que son análogos de los elementos estructurales del tejido cartilaginoso. Para detener el proceso destructivo, prevenir la inflamación y activar la producción de ácido hialurónico, se realizan inyecciones intraarticulares.
Son las inyecciones las que proporcionan el máximo efecto en un corto período de tiempo. Además, un ciclo de inyecciones terapéuticas le permite reducir la dosis de medicamentos del grupo de los AINE.
El ácido hialurónico forma parte del líquido sinovial y es responsable de su viscosidad, lo que permite que los huesos se deslicen suavemente durante los movimientos. En la artrosis, la concentración de hialurón en el líquido articular se reduce significativamente, por lo que se prescriben inyecciones intraarticulares de ácido hialurónico.
Remedios locales
En la terapia compleja de la artrosis, se utilizan ampliamente agentes locales que pueden acelerar la recuperación y prevenir la exacerbación. Hoy en día, en las farmacias existen muchos medicamentos diferentes que ayudan a eliminar el dolor y la inflamación. Tienen efectos antiinflamatorios, analgésicos, calentadores y condroprotectores.
Sólo un médico puede determinar cómo y con qué tratar la artrosis en un paciente en particular.
Los agentes anteriores tienen un pronunciado efecto antiinflamatorio y analgésico. Entre los productos con efecto calentador se encuentran los ungüentos con veneno de abeja, extracto de ají, levomentol y capsaicina. Los condroprotectores también se pueden prescribir en forma de ungüentos.
Cirugía
La indicación de cirugía articular es la ineficacia de las técnicas conservadoras y la destrucción total del cartílago articular. Vale la pena señalar que el reemplazo radical de la articulación del hombro es extremadamente raro, a diferencia de las endoprótesis de las articulaciones de las extremidades inferiores.
La cirugía se realiza a menudo para la osteoartritis postraumática. Después de una fractura, es posible que los huesos no sanen adecuadamente, lo que provoca la destrucción del cartílago y cambios en la forma de los huesos. Con una cabeza humeral deformada, la endoprótesis es la única forma de restaurar la función de la articulación.
Existen diferentes tipos de cirugía de hombro:
- revestimiento (solo se elimina el cartílago, en su lugar se instala una prótesis artificial);
- endoprótesis unipolar (hemiartroplastia): la cabeza del húmero o la escápula articular se reemplaza por una prótesis;
- Reemplazo completo de articulaciones.
La osteoartritis es una enfermedad crónica que progresa constantemente. Sin embargo, existen una serie de medidas preventivas para ayudar a frenar el proceso de la enfermedad. La principal condición para el éxito de la terapia es un régimen suave de actividad física. Esto no significa un cese total del movimiento, pero los ejercicios de fuerza intensos y prolongados están absolutamente contraindicados.
Si tienes que realizar trabajo físico, primero debes estirar la articulación realizando varios movimientos circulares con los hombros. Y solo entonces levante o cargue algo pesado. Durante los períodos de exacerbación, es mejor abandonar por completo estos experimentos. Se debe prestar especial atención a cualquier lesión en el hombro, consultar inmediatamente a un médico y someterse a tratamiento. ¡Estar sano!